domingo, 31 de agosto de 2014
Sanación y poder personal
22:46 |
Publicado por
Noraya |
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Cuando buscamos sanación, tenemos que ser muy sinceros con nosotros mismos. A veces vienen a la consulta personas con un nivel muy bajo de energía buscando experiencias intensas y potentes, pero sus sistemas están tan debilitados que no pueden movilizar tanta energía como desean.
Después de un tratamiento, nos llevamos lo que hemos sido capaces de darnos a nosotros mismos, y lo que desde nuestra sabiduría interna sabemos que podremos integrar en los días y semanas siguientes. Es esa sabiduría interna la que guía la sanación.
No podemos sanar mientras no seamos sinceras con nosotras mismas y conscientes de la relación que tenemos con nuestro poder personal. Si lo buscamos afuera, o en el interior. Si buscamos la aprobación de los demás, por ejemplo, entonces estamos buscándolo afuera.
Y si lo encontramos dentro, y si nos reconocemos... ¿qué hacemos con él después? ¿lo usamos creativamente? ¿a quién o a qué lo entregamos? ¿en qué circunstancias nos volvemos vulnerables?
Si tenemos la sensación de que estamos luchando y nos sentimos cansadas, entonces hemos perdido nuestro poder. ¿Hasta qué punto somos consientes de por qué nos debilitamos? ¿cómo y dónde perdemos la energía? ¿qué relación tenemos con nuestro poder personal? ¿hasta dónde estamos dispuestas a hacernos conscientes de la verdad sobre nosotras mismas? ¿nos escuchamos valientemente?
martes, 26 de agosto de 2014
Reconocer al maestro desde el Corazón
20:20 |
Publicado por
Noraya |
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"Protegedme de la sabiduría que no llora, de la
filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños."
(Khalil Gibran)
Este es el tiempo de la Apocalipsis. Es tiempo de
revelación, y al mismo tiempo de oscurecimiento, aunque este sea sólo aparente,
temporal.
Quienes elegimos un camino con corazón estamos
preparando, creando, el espacio para la nueva Tierra, estamos elevando la
frecuencia para las próximas generaciones.
También es el tiempo de los falsos maestros. De los lobos
con piel de cordero. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la apremiante
necesidad de desarrollar Discernimiento.
El Discernimiento se encuentra en el Corazón.
Muchos maestros actualmente aprovechan que todavía muchos
de nosotros no hemos alcanzado todavía el nivel del corazón, para sacar
provecho egoísta de los cursos que imparten. Esto saca a muchas personas de su
Camino auténtico (el del corazón), que se confunden y llegan a sentir que
después de haber hecho muchos cursos, siguen sin saber la razón de su
existencia, sin experimentar el sabor de la libertad y del verdadero compromiso
con lo que cada uno es.
Todo esto intenta "retrasar" la caída del
sistema actual, en el que el miedo y la impotencia prevalecen para que unos
pocos puedan controlar el mundo. Necesitamos dar el salto al Corazón.
Mientras no estemos viviendo auténticamente desde el
corazón (tranquilos, estamos en ello, elegimos que así fuera para poder
experimentar estas otras dimensiones), podemos distinguir a estos maestros
fácilmente.
Queremos llamar la atención sobre todo del "mercadeo
y negocio" con lo "espiritual", en el que incluimos los viajes
organizados a lugares de poder, así como de los maestros que manejan grandes
grupos y grandes proyectos.
Estos maestros suelen ser muy poderosos, y precisamente
este poder, este manejo de las energías y de ciertas tecnologías espirituales,
es lo que los hace más atrayentes e irresistibles a las personas que todavía
viven desde el primer, segundo, o tercer chakra. También a personas que ya han
desarrollado ciertas aptitudes psíquicas (chakras superiores), y desean
acrecentar estas capacidades. Es una simple cuestión de resonancia.
Muchos de estos maestros escondidos detrás de la
enseñanza sagrada o de la tradición, cobran grandes sumas de dinero por recibir
sus enseñanzas, de manera que solamente las personas con poder adquisitivo
importante pueden asistir a sus cursos y formaciones. Estamos hablando de que
es justo que quien se dedica a enseñar o a trabajar con temas espirituales
pueda ganar dinero por su trabajo y vivir de ello (ley de compensación o de
reciprocidad). Pero para que haya un equilibrio, también es justo que los
precios sean asequibles para la mayoría. Porque si se trata de despertar
conciencias, cuantas más mejor.
Otros maestros utilizan los "copyright" o
derechos de autor para "proteger" la enseñanza o la tradición,
olvidando que no somos los dueños del karma de nadie. La única manera que
tenemos de proteger la enseñanza sagrada es transmitiéndola desde la
Integridad. No podemos hacernos cargo de lo que harán otros con ella. La Ley
espiritual hará su trabajo.
Cuando enseñamos, deberíamos asegurarnos de no crear
dependencias entre nuestros alumnos y nosotros, de ahí la importancia de
transmitir con Integridad y honestidad desde el ejemplo, recordando a las
personas que son sus propios maestros, y que una vez que han aprendido con
nosotros, ellos son los únicos responsables de lo que hacen con la enseñanza
recibida. El maestro no le da al alumno nada que no tenga ya, por tanto ningún
maestro es dueño de lo que enseña.
Cuidado con los maestros poderosos (incluimos maestros
chamanes). Muchos de ellos solamente buscan más poder. No todos son sanadores.
No todos trabajan en lo que enseñan. Se han identificado demasiado con lo que
representan, y se han apegado a lo que han venido a buscar, ya sea poder,
dinero, o conocimiento. Han dejado de tomarse a la ligera y han dejado de ser libres
para pertenecer a "la importancia". No sonríen casi nunca, y mucho
menos se ríen a carcajadas (nos gusta recordar al Dalai Lama, que siempre
sonríe y hace bromas). Porque no trabajan al nivel del corazón. Es decir: el
poder y la generosidad, el amor, no tienen porqué ir de la mano. Y el problema
es que lo estamos confundiendo constantemente.
Nos dejamos deslumbrar por el poder y el conocimiento, y
nos olvidamos de que en realidad vinimos a Recordar quienes somos, que somos
espíritu divino, amor, sabiduría y poder ilimitados. Y que todo esto se
despierta en todo su esplendor cuando aceptamos "soltar" nuestras
creencias aprendidas y nos entregamos a lo que somos en realidad, cuando
reconocemos que no somos más que una hormiga ni menos que un dios. Entonces
podemos conseguir lo que queramos, y conocer nuestro propósito en la vida.
Entonces el camino se estrecha, y una nueva luz, la que proviene de dentro, del
corazón que alberga el espíritu, ilumina cada paso que damos, favoreciendo
nuestras relaciones y encuentros con otras personas, así como con maestros
auténticos que recorren un camino de corazón, y enseñan con el ejemplo que lo
que buscamos ya lo tenemos Dentro. Muchos son personas sencillas, humildes,
alegres, cariñosas. Eckart Tolle, abuela Margarita, Lama Lhanang Rinpoche,
Parvati Nath, Sri Vast, Carlos de León... son sólo algunos de ellos. Muchos
otros pasan desapercibidos para la mayoría, han aprendido a hacerse invisibles.
Son libres. Son auténticos. Grandes. Generosos. Y profundamente humanos.
"El único símbolo de superioridad que conozco es la
bondad" (Ludwig Van Beethoven)
Alejandro y Noraya
LIBERACIÓN DEL PERICARDIO: TE VEO
19:49 |
Publicado por
Noraya |
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Una de las necesidades básicas del ser humano es la de ser reconocido. El niño necesita ser reconocido y valorado por sus padres, y más tarde por sus maestros, amigos y compañeros de trabajo. Somos capaces de hacer muchas cosas con tal de ser reconocidos. Y somos capaces de sacrificar muchas cosas por ser reconocidos.
Como trasfondo, existe un olvido ancestral de sí mismo. Es el olvido del espíritu, de la chispa divina que somos. Hemos crecido en la creencia de que el cuerpo y el espíritu son cosas distintas, y pasamos la vida buscando re-unirnos a través del encuentro con "el otro", viviendo desde nuestras heridas de reconocimiento (social, familiar, pero el más importante, el de uno hacia sí mismo).
Mientras no seamos capaces de recordar que somos seres espirituales (divinos) y de reconocernos a nosotros mismos (de reconocer el espíritu en nosotros, nuestra luz), nuestras relaciones estarán basadas en esa búsqueda de reconocimiento, en esa necesidad de ser vistos, y tampoco seremos capaces de “ver” realmente a las personas con quienes nos relacionemos. A esto lo llamamos "relacionarse desde la herida". Esto seguirá generando competitividad, frustración y vacío existencial, lo que afectará fundamentalmente a nuestro Corazón/pericardio, la sede del alma, el guardián de nuestra conciencia, quien influencia fuertemente nuestras relaciones.
Ser reconocido, ser visto, es sentir que la otra persona sabe quién soy, y que más allá de las apariencias, me valora y me acepta. Pasamos la vida buscando en los demás lo que debe nacer de nuestro interior. Por eso se dice que lo que buscamos fuera ya está en nosotros. ¡Es tan hermoso cuando nos damos cuenta!
En cada una de nuestras células hay Vida. En cada una de ellas existe la chispa de nuestra divinidad, que al ser reconocida, vuelve a expandirse y a vibrar en la frecuencia del Amor, que es su naturaleza esencial.
Cuando esta Vida es reconocida, nuestras células se vuelven a expandir y a unir en una sola vibración, y nos sentimos aceptados, respetados, honrados. Entonces sólo podemos sentir Gratitud. Y entonces volvemos a sentir la necesidad de compartir, de dar, y ya no andamos como niños, sino como seres divinos que aman y se sienten amados por la Vida representada en cada ser con el que se cruzan.
Mientras no seamos capaces de recordar que somos seres espirituales (divinos) y de reconocernos a nosotros mismos (de reconocer el espíritu en nosotros, nuestra luz), nuestras relaciones estarán basadas en esa búsqueda de reconocimiento, en esa necesidad de ser vistos, y tampoco seremos capaces de “ver” realmente a las personas con quienes nos relacionemos. A esto lo llamamos "relacionarse desde la herida". Esto seguirá generando competitividad, frustración y vacío existencial, lo que afectará fundamentalmente a nuestro Corazón/pericardio, la sede del alma, el guardián de nuestra conciencia, quien influencia fuertemente nuestras relaciones.
Ser reconocido, ser visto, es sentir que la otra persona sabe quién soy, y que más allá de las apariencias, me valora y me acepta. Pasamos la vida buscando en los demás lo que debe nacer de nuestro interior. Por eso se dice que lo que buscamos fuera ya está en nosotros. ¡Es tan hermoso cuando nos damos cuenta!
En cada una de nuestras células hay Vida. En cada una de ellas existe la chispa de nuestra divinidad, que al ser reconocida, vuelve a expandirse y a vibrar en la frecuencia del Amor, que es su naturaleza esencial.
Cuando esta Vida es reconocida, nuestras células se vuelven a expandir y a unir en una sola vibración, y nos sentimos aceptados, respetados, honrados. Entonces sólo podemos sentir Gratitud. Y entonces volvemos a sentir la necesidad de compartir, de dar, y ya no andamos como niños, sino como seres divinos que aman y se sienten amados por la Vida representada en cada ser con el que se cruzan.
Me gusta la expresión “te veo” que usan los personajes de la película “Avatar”. He leído que se interpreta como “veo tu alma, tu verdadera esencia, veo quien realmente eres”. Es un reconocimiento, una forma de recuperar nuestra esencia divina a través del respeto mutuo y de honrar la naturaleza del otro. Otra forma de reconocimiento es dar las gracias. Así es como trabajamos cuando liberamos el pericardio. Agradecemos constantemente la experiencia, reconocemos el regalo de poder compartir este momento, y nos maravillamos y nos llenamos de Gratitud ante la Vida que se expresa libremente cuando es reconocida. Esta es una de las razones por las que este tratamiento es tan LIBERADOR.
Cuando lo recibimos, nos sentimos reconocidos, aceptados y valorados a un nivel muy profundo, al nivel de las células, con toda su memoria ancestral. Entonces éstas se dilatan, se expanden, y recuperan su vibración de Vida en constante expansión, vuelven a bailar su danza sagrada (¡y qué gozada bailar con ellas!). Es entonces cuando el alma, al sentirse reconocida, puede manifestar sin miedo su verdadera naturaleza, que es luz, que es Vida, que es Amor.
"La energía se mueve en olas. Las olas se mueven en patrones y ondas de forma. Los patrones y ondas de forma se mueven en ritmos. Un ser humano es simplemente esto: energía, olas, patrones, ondas de forma, ritmos. ni más ni menos. una danza."
Gabrielle Roth
Cuando lo recibimos, nos sentimos reconocidos, aceptados y valorados a un nivel muy profundo, al nivel de las células, con toda su memoria ancestral. Entonces éstas se dilatan, se expanden, y recuperan su vibración de Vida en constante expansión, vuelven a bailar su danza sagrada (¡y qué gozada bailar con ellas!). Es entonces cuando el alma, al sentirse reconocida, puede manifestar sin miedo su verdadera naturaleza, que es luz, que es Vida, que es Amor.
"La energía se mueve en olas. Las olas se mueven en patrones y ondas de forma. Los patrones y ondas de forma se mueven en ritmos. Un ser humano es simplemente esto: energía, olas, patrones, ondas de forma, ritmos. ni más ni menos. una danza."
Gabrielle Roth
Tratamientos de Liberación del Pericardio (Osteopatía Bioenergética Celular)
Contacto: Noraya (660 020 310)
Más información en:
www.elarcangel.com
www.jardindeshakti.com
Hoy me rindo ante la magnificencia de la Vida y me dejo llevar por su flujo, permitiendo que se exprese lo que Yo Soy sin filtros. ¡Me entrego y me atrevo a vivir!
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- "Ningún muro contra lo sagrado nos puede alejar de lo sagrado. Podrás encarcelar al hombre, pero no hay prisión que pueda encerrar su mente o su corazón. Su alma, su Espíritu, su mente, su corazón, se deslizarán entre los barrotes, porque todos nacieron con alas." Clarissa Pinkola Estés
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